viernes, 6 de abril de 2012

Capítulo 2: ¿Qué estaba pasando?

Se hicieron las cuatro y mi hermano se fue a dormir un rato. Yo me quedé en el sofá viendo la tele, con el volumen al mínimo para no molestar a mi hermano. De repente sonó el teléfono, mi hermano salió de la cama de un salto y vino.
-¿Si?- Dije con voz asustadiza.
-Cariño, soy mamá, ¿estáis bien?
-Si mamá, pero estamos muy asustados ¿cuándo vendréis?
-Vendré en un rato, no muy largo.- Dijo en primera persona.
-¿Y papá?
Colgó y me quedé mirando el teléfono, me pregunte ¿por qué me había colgado?, mi hermano me preguntó quien era y que me había dicho, y yo simplemente le dije que volviera a la cama.
Yo necesitaba saber lo que estaba pasando ahí fuera, así que cogí mi chaqueta y abrí la puerta de casa insegura para bajar esos dos pisos. Todas las casas vecinas estaban abiertas, y parecía que por dentro las hubieran saqueado. Al ver eso me asusté tanto que baje corriendo hasta el último piso, y las cosas no cambiaron mucho. Todo estaba destrozado y tenia un aspecto horrible. No pude más y subí corriendo a casa, llegué y cerré la puerta con candados, cerré las persianas y me volví a sentar en el sofá.
Apenas eran las 6 de la tarde cuando empecé a escuchar a alguien que subía lentamente las escaleras hasta llegas a mi piso, pensé que podía ser mi madre así que mire por la mirilla, pero no era ella, era un hombre con un aspecto horroroso, tenía arañazos y mordiscos por todo el cuerpo y sus ojos le daban el aspecto de estar muerto. Él no me había visto, paseaba de un lado a otro con un paso muy lento y muy poco estable, hasta que se paró delante de la puerta de mi casa y puso su ojo en la mirilla. Pegué un grito y el empezó a arañar la puerta, haciendo sonidos extraños.
Escuché a otra persona que subía por las escaleras, pero esta parecía ir mas rápido. Sacó un cuchillo y se dirigió hacia el hombre que había en mi puerta. Se lo clavó en la cabeza y ese calló al suelo.
¡Era mi madre! le habrí la puerta y le abracé con fuerza. Mi hermano al escuchar tanto ruido se despertó y al ver que mamá estaba en casa, fue corriendo hacia nosotras y se unió a nuestro abrazo.

Capítulo 1: Gran explosión.

Todo empezó en el laboratorio de al lado de mi casa, dónde buscaban la manera de que un muerto pudiera volver a la vida.Yo estaba en mi cuarto, como de costumbre estudiando, porque estaba en plena semana de exámenes.
Eran las 12:30 de la mañana de un domingo, mi madre preparaba la comida, y mi padre como siempre leyendo su diario favorito. Mi hermano en cambio, jugaba a la play station. Era un día más, sin ninguna novedad, pero, una fuerte explosión hizo que ese día tan normal, se volviera algo extraño. Tras la explosión mis padres fueron haber que sucedió y me dejaron al mando de la casa y responsable de mi hermano. Mi hermano estaba bastante asustado y yo para tranquilizarle le ofrecí jugar a algunos juegos.
-Chiquitín, ¿quieres qué juguemos?- Le propuse, aunque no me apetecía nada.
-Bueno, ¡Vale!- Dijo el emocionado al ver que yo por una vez quería jugar con él.
-Pero, elije tu el juego.- Le dije para que no hubiera peleas.
-¿Jugamos a este?-  Preguntó él con ganas de jugar a ese.
-Claro que sí enano.- Le respondí con una sonrisa falsa, aunque el de lo feliz que estaba ni lo notaba, era lo bueno de su inocencia.
Pasamos un rato jugando, hasta que se hizo la hora de comer.
-Alicia, tengo hambre.- Dijo con la mano en su barriga.
-Sí yo también, vamos, pon la mesa y yo sirvo los platos.- Dije mientras me levantaba de la silla.
-¿Qué hay para comer?- Preguntó esperando a que la respuesta fuera buena.
-Emmm, vamos a ver, así hay pescado con patatas herbidas.- Dije con una sonrisa malvada en mi rostro.
-¡Pues yo no como!- Dijo rechistando.
-¡Enano, o comes o comes! ¿Te queda claro?- Le vacilé- Seguramente el postre te guste más así que si te comes todo lo que te ponga en el plato luego te daré tu recompensa.
-Bueno, vale...- Dijo sin mucha convinción.
Se lo comió todo y después le di su recompensa, tarta de chocolate, le encantaba.